Gurdjieff Brasil
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Si
Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila,
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que
te niegan y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto sin fatiga en la espera.
Si engañado no engañas.
Si no buscas más odio que el odio que te tengan.
Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres.
Si al hablar no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si tropiezas con el triunfo,
si llega tu derrota
y a estos dos impostores les tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado
a pesar del sofisma del orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida
aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría tus ganancias
de siempre a la suerte de un día y pierdes...
y te lanzas de nuevo a la pelea sin decir nada
a nadie de lo que es y de lo que era.
Si logras que los músculos y el corazón
te asista aún después de su fuga de tu cuerpo en fatiga
y se agarren contigo cuando no quede nada
porque tú lo deseas, y lo quieres y mandas.
Si hablas con el pueblo y guardas tu virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera llega a hacerte herida.
Si todos te reclaman y ni uno te precisa.
Si llenas el minuto inolvidable y cierto
de sesenta segundos que te lleven al cielo...
todo lo de esta tierra será de tu dominio,
y mucho más aún,
serás hombre, hijo mío.
Rudyard Kipling |