Gurdjieff Brasil
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Platero
PORTUGUÊS ·
ESPAÑOL
Platero es pequeño, peludo, suave;
tan blando por fuera, que se diría
todo de algodón,
que no lleva huesos.
Sólo los espejos de azabache de sus ojos
son duros
cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico,
rozándolas apenas,
las florecillas rosas, celestes y gualdas...
Lo llamo dulcemente: "¿Platero?,
y viene a mí con un trotecillo alegre
que parece que se ríe,
en no sé qué cascabeleo
ideal...
Come cuanto le doy.
Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles,
todas de
ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...;
pero fuerte y seco por dentro,
como de piedra...
Cuando paseo sobre él, los domingos,
por las últimas callejas del
pueblo,
los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos,
se quedan
mirándolo:
Tien asero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
Juan Ramón Jiménez, «Platero y Yo».
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